
Llegó a Chile y ¡arrasó! Simplemente así se puede describir lo que ocurrió con el retorno a nuestro país de la estrella española Lola Índigo, que demostró – en vivo – porqué es considerada una de las artistas pop urbanas más consolidadas del momento y con mayor proyección internacional.
Esta esperada nueva visita se realizó en el marco de su “Nave Dragón Tour” y con su cuarto disco recién editado y permitió a Lola Índigo deslumbrar a todos los asistentes con su espectáculo explosivo en el Teatro Caupolicán.
El repertorio de la jornada se dividió en tres actos —La Bruja, La Niña y El Dragón— que resume las etapas de su carrera y cada uno de estos momentos, fue una verdadera fiesta en el venue, con más de 20 temas donde cantó y bailó sin parar en las casi dos horas que duró el concierto.
La noche comenzó con los enérgicos beats de “An1mal”. El primer acto fue seguido por “LA SANTA”, “MI COLETA” y “DISCOTEKA” que permitieron a la audiencia disfrutar la versatilidad de la artista, desde su inconfundible voz, a sus complejas coreografías que fueron realizas junto a su cuerpo de baile que la acompañó en máxima sincronía y con los que hizo estallar cada locación del Teatro Caupolicán.

Para el segundo acto, Lola retrocedió en el tiempo y volvió a sus orígenes, recordando su etapa de Akelarre y La Niña. “MUJER BRUJA”, “MALDICIÓN” y “SANTERÍA” generaron un ensordecedor grito de apoyo de los fans, para luego dar paso a “TRENDY” y “M.A REMIX” que convirtieron al recinto en una enorme discoteca. Más tarde, con unas impresionantes visuales, llegó “LA NIÑA DE LA ESCUELA”, para luego dar paso a uno de los segmentos más sentidos y vulnerables de la noche con “CORAZONES ROTOS”, “DRAGÓN” Y “HIGH REMIX”.
Pero Lola aún tenía muchas sorpresas y despachó un cierre impresionante: su último éxito “MOJAITA” y “YNQN” pusieron al público a vibrar hasta el último segundo para luego culminar la noche con una versión extendida de “LA REINA”.
Durante el show, los fanáticos protagonizaron un conmovedor fan action levantando carteles con la frase “Te esperaremos siempre”, un mensaje que reflejó el cariño y la lealtad de su público chileno en este momento tan especial de su carrera.
Entre lágrimas, aplausos y ovaciones, quedó claro que más que una despedida, fue una celebración al vínculo profundo que la artista ha construido con Chile. Un lazo que trasciende los escenarios y que, sin importar el tiempo que pase, seguirá latiendo con fuerza entre Lola y sus fanáticos chilenos.


